El Decreto Supremo signado con el número 28.701, que establece la Nacionalización de los Recursos Hidrocarburíficos del país, constituye una medida histórica del gobierno que preside Evo Morales Aima, porque al igual que las otras dos nacionalizaciones que se registraron en el país, la primera durante el gobierno de David Toro y la otra de Alfredo Ovando Candia, retorna la propiedad de los recursos naturales al Estado. De esta manera se busca una racional y sistemática explotación de los mismos, que estaban bajo la administración y control de empresas transnacionales, que por el momento parecen estar de acuerdo, porque no fueron conocidas reacciones que condenen esa disposición gubernamental.
Según la determinación del Gobierno, del cien por ciento de los recursos que genere el sector de los hidrocarburos el 82 por ciento corresponde a los bolivianos y el restante 18 por ciento para las empresas petroleras, lo que equivale a decir que el Estado, a partir del pasado lunes, tomó el control y la administración de las empresas petroleras que operaban en el territorio nacional. La distribución de los ingresos para Bolivia contempla que del 82 por ciento, 18 son por concepto de regalías, el 32 por ciento por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos y otros 32 por ciento por la participación adicional para la empresa fiscal del petróleo. El porcentaje destinado a las petroleras transnacionales cubre el costo de operaciones, la amortización de inversiones y las utilidades.
La disposición gubernamental establece un plazo de 180 días a las empresas petroleras para que puedan suscribir nuevos contratos con el Estado boliviano en el marco de la nueva normativa vigente desde el 1 de mayo del año en curso, tiempo en el que se definirá la posición que asumirán las transnacionales petroleras. Por lo tanto es necesario esperar para conocer la dirección que tomará la determinación del Ejecutivo y también la posición de las petroleras.
La nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia es una de las noticias más importantes que recorrió el mundo, causando expectativa en el sector empresarial y también político, a diferencia de muchas especulaciones que se las conoció inmediatamente se informó de la nacionalización dispuesta por el Ejecutivo. Las empresas petroleras afectadas por esa disposición reaccionaron con cautela, muchas de ellas se asombraron por el Decreto Supremo 28.701 y no descartan la posibilidad de que el presidente Morales Aima influya en su gobierno para llevar adelante una negociación y diálogo auténticos que tomen como punto de partida el respeto y la consideración que merecen las referidas compañías.
La medida está lanzada, ahora corresponde a las autoridades impulsar con la mayor transparencia y responsabilidad este proceso que desde todo punto de vista es considerado histórico, para lograr los resultados que se busca. La participación del pueblo boliviano tiene que ser militante, apoyando todas las acciones que se ejecutarán a favor del país y censurando y oponiéndose a posiciones que no se ajusten a los requerimientos y necesidades de Bolivia. Además debe primar un respeto y consideración en las negociaciones para la suscripción de nuevos contratos con las petroleras y así demostrar al orbe que entre los bolivianos prevalece la cordura y la consideración a los empresarios foráneos.
Las autoridades a fin de evitar enfrentamientos por el accionar de grupos contrarios a la Nacionalización de los Hidrocarburos, tienen que hacer un llamado para iniciar una cruzada nacional de soporte a la determinación gubernamental, ignorando las provocaciones que pudieran surgir, con la finalidad de hacer que el control absoluto de los hidrocarburos sea tarea de todos, porque los beneficios a ser logrados serán de Bolivia y sus habitantes.
Con el propósito de evitar distorsiones y malas interpretaciones es necesario que el Ejecutivo en el menor tiempo posible inicie una campaña de información y concientización sobre la importancia que tiene para el país la nacionalización de los hidrocarburos, además de que esta medida no sea utilizada como una bandera política, porque al final de cuentas involucra a todos los que apoyaron y votaron por la elección del actual Presidente de Bolivia.
Jornal El Diário
Obs.: Ainda não se sabe realmente onde vai terminar isso tudo, mas é certo que Evo Morales sacode com a economia na América Latina. Só não quero ler que a economia nacional não creceu o "espetáculo do crescimento sustentado" pela medida populista e nada racional do representante cocalero. Tentei achar o tal do Decreto Supremo 28.701, mas nem o site é organizado e de fácil acesso.